Terapia Floral Chilena

El campo chileno manifiesta una belleza y armonía que expresa la naturaleza en cada rincón donde árboles, plantas, arbustos, animales e insectos dan luz de vida a la tierra que rejuvenece en primavera regada por los arroyos y por la lluvia que humedece y moja sosteniendo, enverdeciendo y estimulando el resurgir de la fuerza vital que palpita.

Por una relación Yin-mar y Yang-montaña del suelo chileno, se potencia la expresión de estos dos principios energéticos, íntimamente relacionados en la floresta chilena.

A través de una búsqueda interior, he realizado el caminar apoyándome en amigos incondicionales que me han ayudado a transitar con mayor holgura, aportando su energía, su hálito divino, su parte de sinfonía cósmica mantenida intacta, y que al beberlos en gotas recrea y reproduce estos sonidos en el mundo interior, para recordarme trozos musicales olvidados o inarmónicos que vuelven a resintonizar al ser con la naturaleza. Es así como conocí al COPIHUE quién me habló de la ALEGRIA necesaria para sostener esta búsqueda y realizar un intento para que la ” víctima” o el “pobrecito de mi” no me ate en un círculo psicosomático que perpetúa la estructura mental pesimista negativa, y que retroalimenta a la enfermedad -Sentido de humor natural- es el lema que me recomienda.

Luego conocí a CANELO, había escuchado hablar de él como parte de la antigua tradición mapuche, como el árbol sagrado, como ayuda de la machi en su relación con los mundos sutiles, con la sanación y el consejo sabio. Este amigo me habló del AMOR FRATERNO; me recuerda conectar el corazón con la mente y así se flexibiliza el control excesivo que realiza ésta sobre el nivel emocional, surge por lo tanto la vivencia interior nítida, sin dolor, sin obsesión, sin fanatismo, así vigoriza la circulación y activa la renovación de las células del cuerpo, sanando el vínculo y la visión del pasado.

Otro amigo del bosque es ARRAYÁN. Él me recordó a la RESPONSABILIDAD ACOGEDORA, me dijo que trabajara desde la conciencia para aumentar nítidamente la percepción y tranquilidad mental, así las decisiones que surjan vendrán desde el SER. Me habló que la pausa Yin es necesaria antes del accionar Yang, o si no ocurren las compulsiones y las conductas autodestructivas.

Después me encontré con BOLDO quién me recordó que la EXPRESIÓN DE LA ENERGIA CREATIVA, tanto en el ámbito mental, emocional o física, energía del niño interior, que permite equilibrar los principios pasivo-activo en la manifestación del ser, que en los varones intervienen más en los sistemas circulatorio, inmunológico y nervioso y en las mujeres más en el osteomuscular, ginecológico y el nervioso central.

Otro amigo a quien conozco es CHAGUAL, muestra como el aspecto femenino receptivo Yin del ser humano, acoge y permite darse el tiempo y espacio necesario para CONOCER QUÉ ES LO QUE QUIERO, cuál es mi necesidad interior. Así el lado Yang, activo más racional puede concretar y permitir alcanzar el objetivo, teniendo claro hacia donde se dirigen las energías, sin que se autoconsuman, y se malgasten por dispersión en el proceso de evolución y de acercamiento a la felicidad interior; La búsqueda de Dios, la última libertad que realiza lo divino en lo humano.

Continuando la búsqueda, ESPINO me ayuda a reencontrar LA CONFIANZA, concretar eventos pendientes que permiten restablecer un orden, confiar en un orden superior, desde la vivencia corporal, desde mis propios límites.
Otra de los amigos que conocemos es ALERCE, el cual nos ayuda a clarificar desde donde surge la URGENCIA INTERIOR, ya que actúa movilizando los eventos pendientes que uno tiene, para ayudar a resolverlos
También encontramos a TOROMIRO, grata tranquilidad desde el chakra cardiaco que CALMA LA MENTE, produciendo claridad de percepción.
Así mismo encontramos el árbol de la ARAUCARIA, el cual TRABAJA, COOPERA Y POTENCIA LA VOLUNTAD, conecta con el entusiasmo de hacer las cosas, concretar lo pendiente, otro amigo de la tradición sagrada Mapuche.
En este camino encontramos también a ALGARROBO, esencia que actúa estabilizando el ASPECTO FEMENINO MATERNAL. A su vez el TAMARUGO, es una esencia que actúa estabilizando el ASPECTO MASCULINO PATERNAL., ambos tan importantes para estabilizarse en la salud emocional del niño/a interior.

Desde las alturas, encontramos a la YARETA, la cual trabaja al elemento tierra, trabaja el CONTROL, ayuda a soltarse a la CONFIANZA, en el AMOR y en la CONCIENCIA. Suelta el control de la mente y te invita a un reconocimiento interior de esta existencia en el amor desde uno mismo, cooperando a estabilizar situaciones extremas, para mirar el otro polo de cualquier situación dual de nuestra personalidad.
En este hermoso camino, llegamos a encontrar a TORBA, esencia que trabaja la sombra, el mundo receptivo, oscuro, desconocido, inhóspito, no aceptado, porque otorga una cualidad, que es confianza, CONFIANZA CON EL PASADO VINCULADO CON LOS ANCESTROS, con la Familia.

En este camino hemos llegado a conocer a NEEM, esencia que permite conocer límites físicos, emocionales y mentales. Permite ubicar y DARSE CUENTA DEL CONFLICTO QUE UNO TIENE, desde un espacio interior para mirarse.
Ahora hemos encontrado a COICOPIHUE quien ayuda a mirar internamente y ver que está haciendo con su vida, dejando la adicción a sufrir, invitando a trabajar consigo mismo para modificar el apego al sufrimiento, el miedo a realizar el proceso de conocerse y crecer.

En este camino se han encontrado 15 diferentes flores, pero esta ruta continua, es un comienzo, cada una de ellas abre una huella, ya sea físico, emocional o mental, que nos permite conocer nuestro ser y encontrar un equilibrio con nuestra energía, logrando tener una mejor calidad de vida.

Estas esencias florales chilenas están a su disposición, como amigos que aportan lo mejor de sí, para la armonía y convivencia interna, y que, en conjunto con el terapeuta, abren un espacio para permitir conocer que es lo que ocurre realmente, es decir, el origen o causa de lo que está pasando en este microcosmos, en el cual habito.

Con cariño Juan Alfredo Riquelme Bustamante